Nuestra historia

Hace más de un siglo en el estado de Texas

Bienvenidos a Collin Street Bakery, la casa del famoso pastel DeLuxe®.

Para quienes no conocen nuestra historia les platicamos que somos una
referencia mundial. Fuimos la primera pastelería del mundo que atendió a sus clientes recibiendo los pedidos por correo y nos sentimos orgullosos de ello.

No siempre fuimos la reconocida y apreciada pastelería de la actualidad;
iniciamos humildemente hace 126 años. Nuestra historia comienza cuando un joven y emprendedor inmigrante viajó desde Alemania a Texas con un sueño.

Una bendición del cielo

En 1896 August “Gus” Weidman, viajó desde Wiesbaden Alemania con el sueño de abrir una pastelería. En su bolsillo llevaba la receta de su país de origen, para cumplir el objetivo de hornear en América estos exquisitos pasteles. En muy corto tiempo después de establecerse en Corsicana Texas, adquirió una propiedad donde estableció Collin Street Bakery, la pastelería que lleva el nombre de la calle donde inició esta aventura.

Inicialmente el negocio no fue tan exitoso; Gus era un pastelero natural pero estaba lejos de ser un hombre de negocios. Tímido e introvertido, Gus carecía de la chispa requerida para mantener la pastelería funcionando. Con suerte en 1900 conoció a un emprendedor de nombre Thomas McElwee, quien complementó las carencias de Gus para dar inicio a una exitosa sociedad. Estamos ciertos de que la pastelería no existiría en la actualidad, si esta sociedad no se hubiera logrado; finalmente una bendición del cielo.

Con la asistencia de carruajes jalados por caballos, la pastelería entregaba pan de mesa y pasteles en los hogares y negocios de la población, el crecimiento en la demanda complicaba las entregas a tiempo; afortunadamente para los socios aparece un gran invento, el automóvil; sin dudarlo Tom y Gus adquieren camiones del exitoso modelo Ford T, logrando con esto las entregas de acuerdo a la solicitud de la creciente clientela.

Hospedaje y desayuno

En 1906 Collin Street Bakery progresaba.
Con la comunidad local pidiendo más y más panes y pasteles, Gus batallaba para poder cumplir la demanda; fue el momento para que Thomas tomara la decisión de expandir el negocio.

Una nueva propiedad fue adquirida en la esquina de la calle Main y la calle 6. La pastelería sería situada en la planta baja; para la planta alta Thomas contemplaba otros planes.

Corsicana tenía un auge inusitado por el petróleo y se convirtió en uno de los lugares con la mayor intersección de vías de ferrocarril. Por algún tiempo Thomas McElwee había observado a los visitantes que visitaban la población. Llegaban en el tren durante el día, se quedaban una noche y tomaban el tren nuevamente por la mañana. Con tantos visitantes, Thomas en forma inteligente vio el valor de rentar alojamiento para ellos; así que modificó el segundo piso del negocio para operar un hotel de lujo.

En unas cuantas semanas el negocio creció. El flujo continuo de clientes visitando tanto el hotel como la pastelería demostró que la idea había sido exitosa. El hotel se convirtió en el lugar de hospedaje más cómodo de la zona y por lo mismo en la elección de grandes personajes como: el cantante de ópera Enrico Caruso, el actor Will Rogers, el famoso jugador de Baseball John J. McGraw, el dueño del circo John Ringling y el boxeador profesional “Gentleman Jim” Corbett.

Algunas de las mejores ideas surgen por un golpe de suerte. En el caso de nuestra pastelería el cambio ocurrió poco tiempo después de abrir el hotel.

Los huéspedes que se alojaban en el piso superior, eran “peligrosamente tentados” por los aromas de los pasteles recién horneados. Encantados por esos agradables olores, adquirían los pasteles y golosinas para llevarlos a casa; especialmente seleccionaban un pastel DeLuxe® que guardaban dentro de su equipaje. 

Probado el pastel DeLuxe® como un producto que se mantenía fresco por varias semanas, que no requería refrigeración y que se disfrutaba por su inigualable sabor a cualquier hora del día, se convirtió en el favorito de miles de personas que lo compraban y lo llevaban a diferentes poblaciones, haciendo famoso el nombre de Collin Street Bakery.

Muy poco sabían Thomas y Gus de que sus pasteles eran altamente apreciados en cientos de lugares, muchos de ellos alejados de Corsicana.

Los visitantes y personalidades que llevaban los pasteles en su equipaje, los compartían con familiares y amigos al llegar a casa. Muy pronto la pastelería empezó a recibir cartas de personas, que solicitaban el envío del pastel a diferentes poblaciones de los Estados Unidos.

Para asegurar la entrega remota, Thomas y Gus diseñaron una caja para empacarlos y enviarlos a los domicilios solicitados. De esta forma la pastelería se convirtió en uno de los primeros negocios de los Estados Unidos, dedicado al envío de alimentos a domicilio.

El tiempo ha pasado de prisa

Demos un paso adelante porque Tom McElwee y Gus Weidmann, nuestros fundadores, ya no están con nosotros. Con el tiempo la administración de Collin Street Bakery pasó a manos expertas y sin embargo, continuamos siendo un negocio familiar.

Ya no tenemos el hotel y ya no entregamos en carretas jaladas por caballos. Nuestra expansión global que
inicialmente ni siquiera soñamos, nos ha convertido después de más de 100 años en una pastelería con
reconocimiento mundial, donde se hornea el pastel DeLuxe® que entregamos a nuestros clientes en 196 países.

Nuestras instalaciones se mantienen en el mismo sitio seleccionado por Tom y Gus.

Hemos perfeccionado el arte de hornear y empacar, para que cada pastel llegue a la puerta de nuestros clientes en condiciones ideales de frescura, consistencia y presentación.

Somos los expertos en la entrega de pasteles a
domicilio, para que sin importar si su compra es de un pastel o de 1000, estos lleguen siempre en perfectas condiciones a cualquier parte del mundo.